miércoles, 23 de marzo de 2011

No pasa por entender


Susurraba cerca a mí

Elevaba la voz al cielo

Yo no entendía nada


Hablaba una lengua extraña

Extrañamente romántica y seductora

Yo no entendía nada


Suspiraba como reina

Yo mosquetero extranjero de este mundo

No entendía nada


No era el idioma mi delirio

Eran sus ojos azules los que me perdían

Y yo no entendía nada


La contemplaba como eclipse

Sus cabellos rubios desalineados me enredaban

Pero yo no entendía nada


Paso hacia al frente

Medio beso en mi boca

Y yo… no quiero entender nada.

Rebelión


Duerme mis instintos

Su mente me alcanza

Soborno su corazón

Siento al costado su lanza


Preguntas atrevidas

Dulce sonrisa alemana

Bombos de derrota

Mi alma rebajada


Emociones en mi contra

Rebelión de mis deseos

Muestro mi bandera

Sonrisa y dedo medio.

Cartas a Sudamérica


Mil direcciones, un receptor

Frases dispersas sin punto final

Mañanas sin despertador

Noches invertidas bajo el sol


Lagrimas en sobres

Tres inviernos han de pasar

El Tajo ahoga emociones

Guiño a la soledad


Tras dos pasos

Humo de pasiones

Fuego en los labios

Por vino de desilusiones


Infecciones de recuerdos

Sudamérica fuma la espera

Rimas en papel deshabitado

Yo… quizás desmejorado